Melide 7 abril, 2025

En Melide, la pintoresca localidad en A Coruña situada a 55 kilómetros de Santiago de Compostela, convergen dos de las rutas más emblemáticas: el Camino Francés y el Camino Primitivo procedente de Oviedo.

El Camino Primitivo, según la tradición, fue recorrido por primera vez por el Rey Alfonso II. Este trayecto es conocido por su belleza natural y su autenticidad, ofreciendo una experiencia más introspectiva y menos transitada en comparación con otras rutas.

Por otro lado, el Camino Francés, una de las rutas más populares del Camino de Santiago, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993. Esta distinción resalta la relevancia cultural e histórica de la ruta, que ha atraído a peregrinos de todo el mundo durante siglos.

Creciendo al ritmo del Camino

El topónimo Melide proviene del nombre latino Mellitus,  ‘unidad de explotación agrícola o granja de Mellitus’. Se trata, por tanto, de un antropónimo latino, con el nombre del poseedor o terrateniente en genitivo. Como tantas otras villas medievales, esta explotación rural agrícola con el paso del tiempo va a evolucionar a núcleo poblacional concéntrico y urbano.

En un documento lucense de 747, el llamado testamento de Odoario, se nombra por primera vez el territorio de Abeancos, lo que hoy es terra de Melide, y con el una serie de lugares donde no figura Melide. Aparecen aldeas actuales como Zaramil (Villa Salamini), Paradela (Paratella) o Buente (Boenti), pero no Melide. Las primeras menciones históricas a Melide son de mediados del siglo X y principios del XI, después de que en el primer tercio del siglo IX tenga lugar el descubrimiento del sepulcro del apóstol Santiago el Mayor. Este acontecimiento va a producir un movimiento imparable de todo o mundo cristiano hacia Santiago de Compostela. Por Melide va a pasar el Camino Francés y confluir el Camino Primitivo o de Oviedo. Este hecho histórico marcará el nacimiento de nuevas poblaciones y su desarrollo en la antigua tierra de Abeancos, entre ellas la villa de Melide.

En el siglo IX la monarquía asturiana, poseedora del territorio de Abeancos, promueve la construcción de una fortaleza sobre los restos de un antiguo castro, alrededor de la cual se forma el burgo viejo de Melide. Las luchas internas por la posesión de los dominios y por el control de las vías de comunicación próximas, y las amenazas externas derivadas fundamentalmente del avance de la invasión árabe, justificaron a decisión.

A partir del siglo IX el crecimiento incesante de las peregrinaciones a Santiago de Compostela condicionará el desarrollo urbano en el entorno del castillo o fortaleza, para dar origen a la formación del burgo nuevo de Melide.

A lo largo de las dos vías principales de acceso al castillo, ahora Camino de Santiago y Camino de Oviedo, acaban por establecerse con carácter permanente grupos de comerciantes y artesanos, (atraídos por las buenas expectativas de negocio que ofrecía este lugar de paso de peregrinos, tan concurrido y seguro) que no tardarán en desbordar los estrechos límites de la muralla y ocuparán primeramente los márgenes de los caminos de peregrinaciones (Camino Francés y Camino de Oviedo) para después asentarse poco a poco en los terrenos próximos.

 

Patrimonio y gastronomía

Entre los atractivos de la localidad, se destacan el Museo del Hospital de Peregrinos, varias iglesias y capillas de gran valor histórico -como la Iglesia de San Pedro y la Capilla de San Roque-, además de numerosas fiestas tradicionales.

Párrafo aparte merece su gastronomía, donde Melide es ampliamente reconocida por el «pulpo a feira», el plato por excelencia de la gastronomía gallega, marcando el debate sobre si las mejores pulperías se encuentran sobre la costa o en el interior de Galicia. Sea como fuese, recomendamos no marcharse de la villa sin probar este delicado manjar.

Por todo esto podemos confirmar que Melide no solo es un cruce de Caminos, sino también un crisol de historia, cultura y tradiciones que enriquecen la experiencia del peregrino y del visitante. Cada rincón de esta localidad invita a descubrir una nueva faceta del legado jacobeo y a participar en una tradición que ha perdurado a lo largo de los siglos.

¡Buen Camino!

Enlace a la noticia: https://www.diariodesantiago.es/camino-de-santiago/melide-mucho-mas-que-un-cruce-de-caminos/ 

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