De los 500 residentes habituales, Alesanco pasa a los 5.000 en los puentes y durante las vacaciones de verano.
Alesanco es un pueblo sin recursos arquitectónicos históricos singulares que atraigan al turista, aunque exhibe orgullo algunos elementos históricos, como la iglesia parroquial del siglo XVI. Y sin embargo hay mucho en este pueblo que atrae, que llama a vivir y convivir. Así lo afirma su alcalde y promotor de la candidatura de Alesanco para ‘Mi pueblo es el mejor’, José Antonio Reinares, quien resalta que de los 500 residentes habituales se pasa a los 5.000 en los puentes y durante las vacaciones de verano.
«Alesanco era un pequeño pueblo que tuvo un despegue muy importante en segundas viviendas. Ahora tiene alojamientos para unas 5.000 personas». El alcalde sostiene que «hay razones que nos hacen pensar que la localidad tiene algo que atrae a la gente, que los visitantes encuentran aquí una razón para venir, para poder disponer de un alojamiento a su gusto».
Con esos ‘picos’ tan exagerados de población la convivencia podría resentirse y la prestación de los servicios públicos podría verse comprometida. Pero no es así. El agua potable llega por el canal y en Alesanco hay una potabilizadora que garantiza el suministro a toda la población. Por otra parte, durante el verano se refuerza el personal de recogida de residuos y limpieza de la red viaria.
Y es que el carácter de la gente de Alesanco les lleva a implicarse en la vida de esta localidad y a formar parte de la vida local. Esta actitud es muy evidente durante las jornadas de fiestas en honor a Santiago Apostol y a la Virgen del Prado, lo mismo en los actos religiosos que en las procesiones, ferias y mercadillos, los concursos y hasta una romería a Valvanera que coordina la asociación cultural El Buen Humor.
Pero crear ese estado de bienestar ha supuesto trabajo para todos. El alcalde comenta que antes de la concentración parcelaria las explotaciones estaban muy diversificadas y donde hay ahora viñedo y cereal se ponía remolacha y patatas. Redimensionar los campos de trabajo abrió nuevas oportunidades y en ellas se embarcaron los vecinos. Gracias a ello, en la actualidad hay cuatro bodegas elaboradoras de vino y una cooperativa interlocal que van consolidando un futuro más seguto. También, explica Luis, un vecino, se ha ido creado un tejido comercial que cubre las necesidades de los residentes.
El turismo es una actividad que podría crear mucha riqueza en la zona. La inmensa mayoría de las segundas residencias permanecen vacias buena parte del año «Todo este parque de viviendas se podría poner en valor a través de alquileres o intercambios, que atraerían a muchas personas a este pueblo», comentaba el mismo vecino.
Alesanco tiene su historia que mostrar. En primer término, la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI, que cuenta en su interior con un antiguo órgano que podría ser recuperado como se hizo con el de Anguiano y otros municipios. También tiene mucho encanto la ermita de la Virgen del Prado, a un kilómetro de paseo desde el pueblo. Parece ser que podría haber habido, previamente, un templo románico, aunque con los años la zona se ha ido transformado de manera nototia.
Alesanco también es un interesante punto de partida para visitar los monasterios de Rioja Alta: Nájera, San Millán de la Cogolla, Cañas y en una dirección, Santo Domingo de la Calzada y, en la otra, el Santuario de Valvanera. La localidad figura en la ruta jacobea. Aunque el Camino de Santiago no pasa por su casco antiguo si atraviesa su término municipal. Alesanco y su clarete, por último, están en una distinguida ruta del vino.
ECONOMIA
Agricultura Los residentes viven básicamente de la agricultura, impulsada con la concentración parcelaria. Viñedo y cereales son sus producciones principales.
Construcción Durante los años dorados se han construido viviendas para unas 5.000 personas.
Industria Entre las empresas de la localidad destacan cuatro bodegas y una cooperativa interlocal. Asaja también cuenta con un centro de recepción y venta.
TURISMO
Monumentos Iglesia parroquial de Santa María de la Asunción, del siglo XVI. Conserva un órgano en desuso, pendiente de restaurar. También destaca la ermita de la Virgen del Prado, cuya imagen es del siglo XIII.
Hijos ilustres Se da por seguro que el Marqués de la Ensenada nació en Alesanco. También es originario de esta localidad el obispo Francisco Mateo Aguiriano, que lo fue de Calahorra y Lacalzada.
ASOCIACIONES
Culturales Asociación cultural El Buen Humor.
Colectivos Asociación Cultural Mujeres de Alesanco, AMPA Nuestra Señora del Prado y Asociación de la Tercera Edad.
Religiosas Cofradía de San Esteban Martir.
SERVICIOS
Bares y restaurantes Hay varios establecimientos de hostelería de los que dos ofrecen servicio de reataurante.
«Alesanco era un pequeño pueblo que tuvo un despegue muy importante en segundas viviendas.
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